Bruno es mi amigo del colegio. Jamás imaginé que asistiría a su matrimonio y menos que sería yo la encargada de documentarlo. Malú y Bruno están juntos hace muchos años. Son de esas parejas que uno mira con alegría y admiración, ¡¿Cómo lo hacen?! ¿Cómo logran mantener vivo el amor? La vida cambia, las personas cambian, todo cambia. Definitivamente un amor que se mantiene intacto a pesar de todo merece ser celebrado. Cuando eso sucede, el matrimonio cobra todo el sentido del mundo, ¡hay que festejar amores así!
Pensé que si hoy mismo no colgaba esta pequeña segunda parte del viaje nunca lo haría. Qué tristeza darme cuenta de lo mal que andaba mi cámara...cientos de fotos fuera de foco. Imagino que se golpeó durante el viaje. Nunca supe si tenía remedio pues se la terminaron robando al señor que me la repararía en Lima...
Quizás con el tiempo vaya encontrando alguna que otra foto del viaje que aún pueda ser rescatada, las iré añadiendo en este mismo post. Poco a poco.
Desde que la conocí, imaginé que Mariana era un personaje famoso que nunca nadie descubrió. La imagino en películas, fotos y revistas. Ella también decidió cambiar su vida por completo este año. Renunció a su trabajo igual que yo y decidió que quería ser feliz. Dejar de vivir en sueños y empezar a hacerlos realidad.
Una gran locación, sol espléndido, colores, flores y alegría...¿Qué más se puede pedir? Los elementos que hacen un gran matrimonio son los mismos elementos que me ayudan a hacer las fotos que más me gustan cuando de fotografía de bodas se trata.
Gracias Maricé y Álvaro por dejarnos ser parte de este día especial ¡y felicitaciones por su nueva vida juntos!